Una de las cuestiones mas importantes a tener en cuenta para hacer la planificación correcta del huerto es el tiempo que va a transcurrir desde que iniciamos la siembra o trasplante hasta que obtenemos el fruto o la hortaliza deseada.
Cada variedad de planta cultivada tiene un ciclo de desarrollo y producción diferentes, de tal manera que su cultivo mantendrá ocupada una parcela, espacio o bancal en el huerto durante un periodo de tiempo variable.
Podemos hacernos unas gráficas de ocupación de la tierra que nos servirán de guía a la hora de planificar correctamente la sucesión de siembras y plantaciones a lo largo de cada temporada. También será de gran ayuda para tener en cuenta las rotaciones. De hecho, para mantener la salud y fertilidad de nuestro huerto es muy importante prever las rotaciones de cultivos y no repetir en un mismo bancal o parcela una misma familia de plantas durante varios años seguidos.
Contando desde la siembra a la cosecha puede variar desde los 30-40 días de una lechuga en verano hasta los seis meses de las habas en pleno invierno. También influirán factores como la estación del año, el clima o la variedad específica pero, a modo de ejemplo, os dejamos el tiempo aproximado para cosechar algunas variedades:
- Lechugas: 4-5 semanas
- Rabanitos: 5-6 semanas
- Col rizada: 8-12 semanas
- Berenjenas: 10-12 semanas
- Judías: 10-12 semanas
- Brócoli: 12 semanas
- Coliflor: 20 semanas
- Habas: 22 semanas
- Patatas: 22 semanas
- Tomates: 20-22 semanas
- Cebollas: 24 semanas
- Coles de Bruselas: 30 semanas