En a leira de Lola el comienzo de la cosecha del calabacín marca el cambio definitivo de temporada. Y precisamente estos días empezamos a recoger los primeros de este año, por eso de momento no hay suficientes para que todos podáis llevarlos en vuestras cestas.

Se trata de una de las plantas mas generosas del huerto y para uno particular con un par de pies será mas que suficiente. Les gustan las tierras bien abonadas, con gran aporte de materia orgánica y es fundamental que retengan bien la humedad, sobretodo teniendo en cuenta que los calabacines son prácticamente todo agua. Precisamente por eso nosotros utilizamos un acolchado plástico, con muy poca cantidad de agua al día conseguiremos que no se evapore y optimizaremos éste cada vez más preciado recurso.

Nosotros trasplantamos un primer bancal en el invernadero a mediados del mes de marzo. En esas fechas empiezan a subir ligeramente las temperaturas en el exterior lo que favorece el desarrollo de las plantas bajo cubierta. Además quedan protegidas de las lluvias y temporales de primavera que tanto daño nos hicieron en nuestros comienzos.

Solamente será necesaria una única línea por bancal con una separación de un metro entre planta y planta. Se pueden cultivar mediante siembra directa, con dos o tres semillas en cada golpe y haciendo después un aclareo para dejar la planta más vigorosa. Si todo va bien podemos estar recogiendo calabacines a diario durante los 3-4 siguientes meses, aunque nosotros justamente estos días ya hemos trasplantado otra tanda fuera, que con la llegada de los calores veraniegos se estropean mucho las primeras y se llenan de bicho afectando al resto de cultivos.

En cuanto a las variedades no sabemos a ciencia cierta cuántas habrá pero por el huerto ya han pasado unas cuantas: Verdes, amarillos, blancos, redondos, listados… Por el momento esta temporada ya tenemos las dos primeras, iremos viendo si añadimos alguna mas.