El hombre del tiempo ha acertado y han bajado las temperaturas así que, aprovechando la cuaresma, vamos a combatirlas con esta receta tradicional, sencilla y sabrosa.

Vamos a necesitar los siguientes ingredientes:

– 150 gr. de espinacas (o 200 gr. de acelgas)
– 50 gr. de ajetes.
– Un par de cebolletas
– 400 gr. de garbanzos
– 400 gr. de bacalao desmigado
– Un pimiento choricero
– Una cucharadita de harina o rebanadas de pan seco
– Una rama de perejil
– Dos huevos cocidos
– Aceite de oliva
– Una pizca de sal y de pimienta.

Nuestro garbanzo pedrosillano va a requerir unas 10-12 horas en remojo con agua salada. Después lo pondremos a cocer con agua, perejil y un chorrito de aceite de oliva, hasta que estén tiernos (deben hervir de forma continuada pero suave para que el garbanzo no se endurezca).

En una sartén con aceite rehogaremos la cebolla, los ajetes y el pimiento choricero; seguidamente le añadiremos las espinacas y continuaremos rehogando unos 10 minutos. En un poco de caldo de cocer los garbanzos, desleír la harina y agregarlo al guiso de espinacas junto con el bacalao desmigado.

Después añadiremos este guiso a la cazuela con los garbanzos agitando por las asas para que trabe la salsa. Picamos los huevos, los añadimos, dejamos cocer otra media horita y servimos caliente con crutones de pan tostado.