Esta semana hemos leído en la prensa que éste estás siendo el verano mas seco en Galicia desde 1873 y, como no, en a leira de Lola estamos padeciendo sus consecuencias.

Como sabéis, actualmente estamos cultivando dos fincas: La finca «Lola» y la finca «Aquilina». Ambas se riegan con el agua de un mismo pozo situado en la segunda y canalizado hasta la primera. Utilizamos un sistema de riego por goteo e intentamos optimizar nuestros recursos hídricos lo máximo posible con la instalación dos programadores independientes que riegan de forma consecutiva cada bancal de las dos fincas. Además, para evitar el desperdicio de agua que se produce por la evaporación, disponemos de acolchados plásticos que resultan muy efectivos en este sentido; es necesario mucho menos tiempo de riego por bancal ya que el agua se retiene y podemos mantener la tierra en constante tempero.

Pues bien, a pesar de todos los esfuerzos, llegadas estas fechas siempre nos vemos amenzados por la sequía de nuestro pozo. Tradicionalmente, en la agricultura que practicaban nuestros abuelos, ambas fincas se regaban por inundación haciendo canales en la tierra y llevando el agua hasta los cultivos. Se utilizaba y se desperdiciaba muchísima agua y a pesar de esto, nos cuentan que el pozo nunca se secó. Llovía lo suficiente en invierno para que, durante todo el verano, se filtrara agua constantemente y, de esta manera, el pozo siempre se recuperaba.

Para evitar esta situación que arruinaría por completo nuestro trabajo en el campo ya estamos pensando en soluciones para el año que viene. En la finca «Aquilina» hay una presa que antiguamente se utilizaba para lavar la ropa. Actualmente está en desuso, de manera que todo el agua que pasa a través de la presa se pierde dejando que siga su curso. La idea es acondicionarla para estancar este agua y traspasarla al pozo cuando este lo necesite.

Pero eso será otra aventura, de momento solo nos queda rezar a San Isidro labrador para que llueva y podamos mantener el vergel.

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