Cada variedad de hortaliza requiere un proceso de selección, obtención y conservación de sus semillas.

Para las acelgas, lechugas, escarolas, zanahorias, cebollas o puerros, elegiremos las mejores plantas para dejarlas subir a flor y espiguen. Podemos colocar unas mosquiteras para evitar que los pájaros se las coman o que el viento se las lleve y, cuando las matas están completamente secas, arrancaremos la planta que porta las semillas y las colgaremos en un lugar protegido para que terminen de secar. Después la extenderemos sobre una lona y golpeamos hasta desmenuzar las flores y separar las semillas.

semilla

Las coles, coliflores, brócolis, rábanos o nabos, tras su floración desarrollan unas vainas donde se forman las semillas. El proceso es igual, solamente habrá que estar atentos para, cuando se abran las vainas, cortar las matas y ponerlas en una bolsa de tela para colgarlas a buen recaudo. En un día seco las desmenuzaremos manualmente y cogeremos las que cayeron en el interior de la bolsa.

Para los tomates, las berenjenas o los pimientos seleccionaremos los mejores frutos de las mejores plantas y los dejaremos madurar completamente hasta que empiecen a marchitarse. Las semillas de los tomates las podemos extraer frotándolos sobre una servilleta o desmenuzándolos en agua. Las semillas mas sanas serán las pesadas que se irán al fondo. La berenjena que seleccionemos se quedará en la planta hasta que alcance todo su desarrollo; después la cosechamos y la dejamos al sol dejando que se machite, la troceamos y la deshacemos igualmente en un cubo con agua. Para los pimientos solamente habrá que coger manualmente las semillas una vez maduro el fruto y las dejamos secar al sol unos días.

Los pepinos y calabacines, los dejaremos en la planta hasta que estén totalmente amarillos. Después se pueden cosechar y dejarlos al sol para que terminen de madurar y se formen las semillas.

Para las leguminosas (guisantes, habas, judías…) dejaremos sin cosechar las plantas mas vigorosas para que granen en la mata. Después se arrancan, se guardan en lugar seco y se desgranan a mano guardando las semillas en tarros de vidrio y añadiendo ajo deshidratado triturado para evitar la aparición de gorgojos.