Entrante ideal tanto para un picnic familiar como para una cena formal.
Necesitaremos los siguientes ingredientes:
– Dos o tres tomates.
– Tres huevos.
– 200 ml. de nata o leche evaporada.
– Un par de puerros.
– Dos cebolletas
– Una lámina de masa quebrada.
– Tres cucharadas de vino blanco
– Orégano
– 50 gr. de queso parmesano o similar
– 50 gr. de mezcla de 3 quesos o cualquier otro para gratinar.
– Aceite de oliva virgen extra.
– Una cucharada de azúcar moreno.
– Sal y pimienta al gusto.
Picamos en juliana fina los puerros y las cebolletas para sofreírlo en una sartén con aceite de oliva. Cuando esté transparente añadimos el azúcar junto con el vino, mezclamos bien, pochamos todo hasta que esté caramelizado ( brillante y más denso) y lo reservamos.
Cortamos los tomates en rodajas, los colocamos en una bandeja, rociamos con aceite, salpimentamos e introducimos la bandeja en la parte baja del horno a 200º.
A su vez, extendemos la masa quebrada, la pinchamos con un tenedor, la colocamos sobre un molde y la horneamos hasta que se dore.
Mientras tanto batimos los huevos con la nata o leche evaporada y sazonamos con sal y pimienta. Cuando la base esté lista espolvoreamos la mitad del queso parmesano sobre la base y un poco de los 3 quesos y repartimos la cebolla con el puerro de manera uniforme. Después distribuimos los tomates asados seguidos de la mezcla de huevo y, para finalizar, espolvoreamos con el resto de los quesos y horneamos durante 25 minutos hasta que este dorada y firme. Dejamos que enfríe en el molde unos 10 minutos y espolvoreamos un poco de orégano antes de servir.