Vamos a aprovechar la reciente cosecha de calabazas de Gernika para rellenar los pimientos tan ricos que tenemos esta campaña.

Ingredientes para cuatro personas

– Dos pimientos rojos
– Dos pimientos verdes
– 300 gr. de calabaza
– 200 gr. de bonito fresco
– Un diente de ajo
– Una cebolla
– Cuatro cucharadas de salsa de tomate
– 200 gr. de cherry
– Un vaso de vino blanco
– Dos cucharadas de aceite de oliva
– Sal, pimienta y una pizca de romero

Calentamos el aceite en una sartén y freímos el ajo y la cebolla hasta que estén dorados. Añadimos la calabaza troceada y le daremos un par de vueltas y echaremos medio vaso de vino. Lo taparemos y dejamos que se haga hasta que la calabaza esté tierna y el líquido se haya evaporado. Cortamos en dos los cherry y los mezclamos con la calabaza. Salpimentamos y espolvoreamos un poco de romero. Incorporamos dos cucharadas salsa de tomate y dejamos cocer un poco más. Troceamos el bonito muy fino y lo añadimos con el fuego ya apagado.

Mientras se termina de hacer el relleno, quitamos la parte de arriba de los pimientos (reservamos) y les quitamos las semillas y las venas blancas. Una vez terminado de limpiarlos los rellenamos con la mezcla.

Mezclamos las otras dos cucharadas de salsa de tomate con el otro medio vaso de vino y otro medio de agua para ponerlo en el fondo de la fuente de horno y colocamos los pimientos encima. Los tapamos con la tapa de los pimientos y los cubrimos con papel de aluminio.

Los metemos en el horno precalentado a 200ºC durante 40 minutos o hasta que los pimientos estén tiernos. Unos diez minutos antes de que termine la cocción los destaparemos para que se doren un poco. Servir calientes o a temperatura ambiente.