Listos para utilizar en cualquier época del año en ensaladas, pistos, arroces, asados…

Ingredientes:

– Pimientos rojos y verdes
– Aceite de oliva
– Sal
– Nos harán falta botes de cristal

Preparación:

Lo primero que tenemos que hacer es esterilizar los botes. Para hacerlo pondremos los botes junto con las tapas en una olla con agua hirviendo durante 15 minutos. Los sacamos con unas pinzas y los ponemos boca abajo sobre un paño limpio dejando que se sequen.

 Precalentamos el horno a 180º . Ponemos en la bandeja los pimientos lavados y secos. Les ponemos un chorrito de aceite y sal por encima y dejamos unos 40-50 minutos. A la mitad de la cocción, abrimos el horno y con cuidado les damos la vuelta.

Una vez asados y para que se pelen bien los tapamos con papel aluminio y los dejamos «sudar» durante media hora, así se pelan mucho mejor. Retiramos la piel, el tallo y las pepitas y los cortamos en tiras y reservamos. El caldo que sueltan colamos y lo guardamos.

Llenamos los botes en su totalidad y les añadimos el caldo que soltaron y cerramos muy bien.

Podemos:

– Congelarlos

– Si los cubrimos con aceite hasta el tope podemos conservarlo en el frigorífico durante un mes.

– Conservarlos al vacío al baño María para que nos dure todo un año. Para hacerlo de este modo ponemos los botes en una olla cubiertos de agua y dejamos que hiervan durante 15 minutos. Una vez esté el agua fría limpiamos los botes y ya los tenemos listos para disfrutar de ellos durante todo el año.