Acaba de empezar el invierno y nosotros ya estamos pensando en la primavera. Y es que a estas alturas del año tenemos que empezar a tener claro la cantidad y la ubicación de los próximos cultivos.

Como sabéis, en a leira de Lola plantamos prácticamente en exclusiva para nuestros suscriptores, dejando un pequeño margen (sobre todo en verano) para las tiendas ecológicas locales y algún restaurante de la zona. Son muchas las labores auxiliares que requiere cada cultivo, por eso hay que tener muy en cuenta la cantidad de plantas de cada variedad que queremos poner. En ocasiones las tareas de recolección no dejan tiempo para el correcto cuidado de las matas y eso puede tener consecuencias en la duración de las cosechas.

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Por ejemplo, si hablamos de las tomateras, no solamente hay que plantarlas y cosechar su preciado fruto; en nuestro caso, una vez preparada la tierra y previo al trasplante, colocamos un acolchado plástico, extendemos a lo largo del invernadero un cable por encima de las barras de cultivo y otro a ras del suelo donde colocaremos las guías para entutorar cada planta. Que en realidad es la labor mas importante: Una vez por semana hay que repasar cada tomatera para guiarla a lo largo del tutor y a la vez podarlas para evitar que los brotes impidan el correcto desarrollo del brote principal. Y todo esto solamente con un cultivo!!

Durante los meses de marzo y abril es cuando tiene lugar la mayor parte de las siembras y los trasplantes que realizamos en el huerto. Serán plantas que, en la mayoría de los casos, permanecerán en su lugar entre 6 y 8 meses dependiendo de muchos factores como la temperatura, las horas de luz solar o las plagas que puedan afectarlas. Así que es muy importante la labor organizativa previa y tener muy claro cuándo y dónde plantar cada variedad con el fin de facilitar las tareas que semanas después se nos vendrán encima.