La berenjena es una hortaliza de la familia de las solanáceas, al igual que pimientos o tomates. Se planta una vez que las temperaturas empiezan a suavizar, en nuestro caso solemos ponerlas a mediados del mes de abril. En realidad es una planta plurianual pero normalmente se cultiva como anual ya que así se obtienen mejores producciones y de mejor calidad.

Es la solanácea que mas calor precisa y un exceso de humedad puede provocar deformaciones en la planta y caída de flores por lo que en ocasiones una buena poda puede mejorar la ventilación de la mata.

Se trata de un cultivo de raíces profundas y muy exigente en nutrientes, así que un buen aporte de estiércol no le viene mal. No solamente para obtener buenos frutos sino también para que el cultivo posterior no encuentre la tierra demasiado empobrecida. Es importante no cultivarlas después de tomates o pimientos siendo una rotación correcta detrás de habas, guisantes, cebollas o, por supuesto, abonos verdes.

El marco de plantación variará dependiendo de las condiciones climáticas de de cada zona, en nuestro caso solemos dejar unos 70 cm. entre lineas y unos 60 entre plantas. Aunque hay años que desarrollan demasiado y un poco mas de separación no le viene mal.

Algunas labores para el correcto mantenimiento de la berenjena son las siguientes:

– Aporcados: Se puede realizar un aporcado una vez crecidas las matas, cuando tengan unas 8-10 hojas, para favorecer para favorecer la emisión de raíces nuevas.

– Deshojado: Podemos eliminar las hojas enfermas y dañadas para facilitar la entrada de luz al interior de la planta. También se suelen quitar las hojas que nacen debajo de la primera bifurcación del tallo, así se facilitan las labores de cultivo. Todo con mucho cuidado, ya que un exceso de deshojado puede reducir la producción de frutos.

– Entutorado: Esta labor es muy importante ya que, como señalamos anteriormente, la berenjena suele crecer bastante y si no está bien sujeta puede desenraizar y estropearse definitivamente. Nosotros utilizamos hilos a loa largo del bancal y ambos lados de la fila de platas; de esta manera evitamos que caigan a otros cultivos. Además vamos reforzando estos hilos conforme va creciendo aunque en ocasiones ni por esas conseguimos sujetarlas.

– Riegos: Nosotros utilizamos riego por goteo aumentando la cantidad de minutos una vez que la planta empieza a dar los frutos, momento en que ya no debe faltar humedad en la tierra. En otros sitios se utiliza riego por inundación desde mayo hasta octubre y una vez cada 8-10 días.