Hoy queremos presentaros la col o berza «asa de cántaro», una de nuestras variedades preferidas y que esta semana forma parte de la Cesta de Lola. Pertenece al género de las Brasicas y se caracteriza por tener unas hojas de tamaño grande, color verde claro, con bordes rizados y nervios muy marcados de color blanquecino con textura fibrosa y a la vez blanda.

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La berza en general es una de las verduras que mejor aguantan el frío y aquí, en Galicia, rara es la finca que no tenga unos cuantos pies durante todo el año. Tal es su resistencia a los inviernos que no es de extrañar verlas salir a la superficie en los huertos rurales de Cantabria como si hubiesen sido plantadas en la nieve.

Su elevado contenido en antioxidantes hace que sea un alimento muy interesante para incluirlo en nuestra dieta habitual de la semana. De esta manera neutralizaremos la acción de los radicales libres, esas moléculas oxidantes procedentes sobre todo de los distintos agentes contaminantes presentes en el medio ambiente, en los productos fitosanitarios empleados en la industria agroalimentaria, en la contaminación atmosférica o en la grasa de determinados alimentos.

Además un estudio desarrollado por la MBG (Misión Biológica de Galicia) y el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) ha puesto de manifiesto que la berza contiene mas antioxidantes que otras especies del género Brassica como el colinabo, el repollo o la coliflor.

Los usos culinarios de la berza son múltiples y muy variados ya que se trata de una verdura muy versátil y sus grandes hojas pueden dar mucho juego. Así, en el norte de la península, es muy habitual encontrarla en los distintos cocidos que se cocinan en cada región. En particular, la col asa de cántaro podemos encontrarla en el cocido montañés de Cantabria y, como también se cultiva mucho en el norte de Portugal, también podemos disfrutarla en su popular caldo verde.

En Asturias preparan los «emberzaos», un embutido fresco similar a la morcilla al que se le añade harina y se le cubre con una hoja de berza. Cortado en rodajas y acompañado de unos huevos fritos resultan exquisitos.

Así que nada, disfrutemos de nuestras verduras de invierno que tanto juego dan en la cocina.